EL TORERO ABANDONÓ LA CLÍNICA DONDE PERMANECÍA INGRESADO DESDE EL PASADO SÁBADO TRAS SUFRIR UNA CORNADA EN SU PROPIA FINCA. EL TORERO ESTABA FELIZ DE VOLVER A VER A SUS HIJOS AUNQUE PERMANECERÁ EN CASA Y RETIRADO DE LOS RUEDOS UN LARGO TIEMPO.
José Ortega Cano fue dado de alta el pasado miércoles alrededor de las doce de la mañana, tras permanecer ingresado en la clínica Sagrado Corazón de Sevilla cuatro días. El torero sufrió una grave cornada de un toro de su propia ganadería al que él mismo intentaba dar de comer. Al salir del centro hospitalario, ayudado por muletas porque sigue teniendo los puntos para la cicatrización de la herida, quiso, amablemente, atender a los periodistas.
-José ¿cómo te encuentras?
-Bueno me encuentro con molestias pero contento porque ha podido ser muy fuerte. Si no hubiera tenido la suerte de tener el tractor cerca me hubiera matado.
-¿Cómo sucedió realmente el accidente?
-Yo estaba paseando por el campo a las nueve y media de la mañana y vi a los empleados del campo que suelen ir a darle de comer a los novillos y les dije que me iba con ellos y mientras los empleados iban echándole de comer a los animales yo cogí, casualmente, un cubo de vitaminas para echárselo con el pienso. De pronto me gritaron ¡cuidado, cuidado! Y fue en ese momento cuando el toro ya estaba volando por encima del comedero y hacía mí. Intuitivamente me tiré para la pala del tractor que estaba llena de sacos y en el aire me dio una cornada y después las piernas quedaron colgadas por la pala del tractor y entonces ahí me dio otra. Fue un gran susto porque empecé a sangrar muy fuerte y enseguida me pusieron una correa de torniquete y lo que son estas cosas en el campo.
-¿Qué pensó en esos momentos?
- Me asuste aunque pensando que me han cogido mucho los toros pero este tipo de percances nunca los he tenido porque además estaba con un tratamiento y bueno si me coge una arteria importante me hubiera desangrado.
-Pues menos mal que le trasladaron primero al ambulatorio de Castiblanco de los Arroyos ¿no?
- Si, claro que sí, lo pedí yo que me llevaran ahí dentro del nerviosismo que tenía pero con mucha tranquilidad le dije que llamaran al doctor Vila y a Gloria Mohedano, que estuvo muy atenta conmigo y enseguida les dije que me pusieran vitamina K para que la sangre estuviera más espesa. Tanto Gloria como su marido se pusieron muy nerviosos pero esperamos a que llegara el helicóptero y de allí me trasladaron hasta la clínica Sagrado Corazón de Sevilla.
-¿Qué le han dicho los médicos que tiene que hacer ahora?
Lógicamente tendría que haberme quedado aquí en la clínica más tiempo pero como están los niños y tengo servicio en casa pues ellos quieren que esté ya con ellos pero en pocos días empezaré la rehabilitación.
-Y de ánimos ¿cómo está?
-Bueno bien porque son cosas que han podido ser más fuerte y afortunadamente lo puedo contar.
-La ganadería de Ortega Cano es brava...
-Si es muy brava. Normalmente el toro en el campo huye no hace nada pero en este caso se pensó que yo le iba a quitar la comida y como era menos conocido que los empleados que habitualmente le dan de comer, el toro diría “éste nos quita la comida“.
-Se ha llegado a comentar que sus hijos vieron la escena
-Eso no es cierto porque a esa hora estaban aún dormidos porque era sábado y duermen un poco más los fines de semana.
-También se ha comentado que su mujer Rocío Jurado es su ángel de la guarda
-Lógicamente yo también pienso que lo es, gracias a ella me he salvado
- ¿No está teniendo maestro mucha suerte en los últimos meses?
-Bueno son rachillas que esperemos que cambie.
-La vuelta a los ruedos suponemos que se la pensará ¿no?
-Esto quiero que quedé bien claro, si Ortega Cano vuelve a los ruedos será porque esté preparado físicamente y psicológicamente y por el hecho de irme con un buen sabor de boca.
-¿Qué le recomiendan la gente que le quiere?
-Pues que sea muy feliz.
-Y ¿cómo va ser feliz Ortega Cano a partir de ahora?
-Pues no lo sé pero a poquito a poco.
- ¿Ha echado de menos a alguien? Porque por ejemplo Rocío Carrasco no ha venido a visitarle …
- El teléfono no ha parado de sonar. Rocío Carrasco también se interesó por el grave accidente que he tenido. Es un momento en el que se ven perfectamente los amigos que uno tiene.
Manuel Rodríguez
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