SM DON JUAN CARLOS ACUDIÓ A LA CAPITAL ANDALUZA PARA INAUGURAR UNA NUEVA FÁBRICA DE CERVEZAS Y VISITAR LAS REFORMAS DE LA IGLESIA DE EL SALVADOR, EN CUYO INTERIOR ESTÁN ENTERRADOS SUS ABUELOS. ALLÍ COINCIDIÓ CON DOÑA CAYETANA QUE ASISTÍA AL ACTO ACOMPAÑADA POR SUS AMIGOS CURRO ROMERO Y CARMEN TELLO.
El Rey don Juan Carlos tuvo una apretada agenda el pasado miércoles en Sevilla. Su visita a la capital andaluza comenzó alrededor de las doce de la mañana, hora en la que visitó la recién restaurada iglesia del Divino Salvador, en pleno casco histórico. A pesar de las inclemencias meteorológicas, miles de sevillanos arroparon a su majestad y le mostraron su cariño y apoyo. A las puertas del templo le esperaba el cardenal arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo; el presidente de la Junta, Manuel Chaves; el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón; la consejera de Cultura, Rosa Torres; y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín. El monarca se detuvo frente a la capilla de la Hermandad de Pasión, lugar donde descansan los restos mortales de sus abuelos maternos, el Infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias y la Princesa Luisa de Orleans.
La visita a Sevilla de don Juan Carlos continuó a las seis y media de la tarde cuando inauguró las nuevas instalaciones de la fábrica de cervezas Heineken, situada en el barrio de Torreblanca. El rey visitó la fábrica, que cuenta con las mejores tecnologías en Europa, y saludó a muchos de los trabajadores. Su majestad descubrió una placa y saludó a cada una de las autoridades y representaciones institucionales que habían acudido al acto. Entre ellos se encontraba la duquesa de Alba, que acudió, como es habitual en los últimos meses, en silla de ruedas. El Rey, al pasar delante suya, se agachó y la saludó, gesto que agradeció la aristócrata con una sonrisa. Tras el acto el monarca se trasladó hasta el Real Alcázar donde presidió la cena del Foro Iberoamérica.
Manuel Rodríguez
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